¿SOY YO EL
RECUERDO DE LOS DEMAS?
Tenía yo siete años, yo era un chico normal, en una vida
normal, pero yo tenía un concepto de la
vida muy distinto a los demás, o eso me pensaba. Yo me creía el único consciente de mi
existencia, el único que pensaba de que estaba vivo y de que estaba viviendo,
era el centro del mundo. Yo pensaba que los
demás, los que me rodeaban, no eran más que simples personas que estaban
colocadas por algo o por alguien que cuando no las veía, no serian nada más que
oscuridad, desaparecerían de mis sentidos
y por tanto ya no harían nada, serian parte de un vacio, hasta que los
volviera a necesitar, o hasta que me encontrara con ellos, claramente tenía
siete años, pero aun así no le daba mucha importancia a un tema tan importante.
Un día, volviendo del colegio con un amigo mío, nos pusimos a
hablar sobre la vida y tras una larga conversación aparentemente normal el dijo que se sentía el único capaz de saber
que existía, a mi esto me impacto mucho, me hizo reflexionar en decimas de
segundo, de pensar si tal vez éramos dos los que nos pasaba los mismos pero... ¿y
si había alguien mas? ¿Y si yo era uno más de esas personas colocadas y no me había
dado cuenta? ¿Y cuando terminara la conversación con mi amigo me absorbería la
oscuridad ya que el no estaría en contacto conmigo? , el simple hecho de pensar
que yo podía ser uno de aquellos de los que había pensado que no tenían ninguna
función en este mundo salvo estar a disposición de algo o de alguien me
inquieto. Yo comprendía lo que mi amigo
me estaba diciendo pero no la daba la razón porque sentía que él no podía
afrontar todas las dudas que tendría si le decía que yo también tenía su
opinión, le fui dando vueltas cada día, en cada momento, fui madurando e iba cogiendo experiencia, iba
intentando limar todas esas preguntas que mi amigo en una sola frase me había
producido pero lo único que tenia cierto es que esas preguntas no me debían
controlar porque tal vez nunca encontraría la respuesta.
Pasados los años me di cuenta de que todos éramos el centro
del mundo, que todos somos y no somos cuando los demás nos ven y nos dejan de
ver. Más tarde comprendí que lo que a nosotros nos mantiene alejados de esa
oscuridad, de ese vacío y de esa inexistencia es la mente de los demás, permanecer en la mente de las personas te
hace seguir vivo, si nadie te recuerda, si nadie te menciona, el vacio se
apodera de ti hasta que alguien te necesite, hasta que alguien te encuentre y
perdures en su mente. Tal vez esto podría
responder a la pregunta de por qué somos seres sociables, tal vez una persona
que naciese sin nadie con capacidad de almacenar recuerdos, cosas,
experiencias.... sería como si no hubiese existido. ¿Hace ruido el árbol que
cae cuando no hay nadie para escucharlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario